Mes del Sagrado Corazón de Jesús y Día del Padre terrenal
Adoramos el Corazón de Cristo porque es el
corazón del Verbo encarnado, del Hijo de Dios hecho
hombre.
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios
nos ama y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos
amar. Jesús tiene un corazón que ama sin medida. Y
tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no
es correspondido.
La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado
Corazón de Jesús, con la fi nalidad de que lo veneremos, lo honremos y lo imitemos todos los días. Esto
signifi ca que debemos vivir este mes demostrándole
a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene y que
nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la Eucaristía y enseñándonos
el camino a la vida eterna.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre
nos está esperando y amando. Debemos, por tanto,
pensar si las obras o acciones que vamos a hacer nos
alejan o acercan a Dios.
Es necesario entonces vivir recordándolo y pensar
cada vez que actuamos en qué haría Jesús en cada
situación, qué le dictaría su corazón ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.
Felicidades a los padres en su día
Este mes también se celebra a aquellos hombres a
quienes Dios les ha dado el don de ser padres y no hay
que pensar únicamente en aquellos que engendran,
si no todos los hombres que pueden llamarse así.
Aquellos que son responsables, honestos e íntegros
y que dan un ejemplo de lo que signifi ca que se les
llame hombres.
Dios nos dio un ejemplo de lo que significa ser
hombre y padre, San José, quien a veces no recordamos como el hombre justo que describe la Biblia a
quien no se le da el lugar para el cual Dios los escogió.
El hombre que aceptó y creyó en los mensajes de Dios
y protegió a Jesús durante su niñez.
Nosotros entonces estamos llamados a conocer y
seguir los ejemplos de la Sagrada Familia. Pidiendo
la intervención de Jesús, ante el Padre Celestial para
que podamos tener un lugar en la casa Celestial cuando seamos llamados a estar con la Santísima Trinidad; y recordemos que Jesús dijo: “El que me niegue
en la tierra, yo lo negaré ante el Padre”, y que no tuviéramos miedo por que él esta siempre con nosotros.
Dios los bendiga
Su hermano en Cristo
- June 04, 2020
- by Diácono Juan Carlos Véliz