100..99..98…
Ana María empieza a contar desde 100 hasta cero cada vez que la aguja
intravenosa atraviesa su cuerpo… con tantas pinchadas ella ha perdido la cuenta
de sus visitas al hospital…
Ella tiene 22 años, y su color favorito es el azul. Ella
cree en la riqueza humana la cual califica de única. Antes de enfermarse, siempre estaba buscando nuevas
aventuras.
Ana María Rivera Alfonso es Colombiana de nacimiento, llegó
a Canadá a los ocho años y ahora hace su
mayor esfuerzo en el tercer año de psicología en la Universidad de McMaster.
Le encanta bailar y jamás se cansaría de comer empanadas,
si su salud se lo permitiera. No le toma
un segundo recordar que todo comenzó un 7 de Noviembre de 2017.
Ana María se dirigía a un desayuno de líderes en la
Universidad. Al final del día, un fuerte dolor de estómago y una indisposición,
que no era normal, la llevó de emergencia al hospital. Esa noche, su vida
cambió.
Pasaron las semanas y Ana María no soportaba las comidas,
le salían manchas en el cuerpo, y sufría de hinchazones. “No podía asistir a
clases, no podía caminar, mis zapatos no me entraban por la hinchazón, y me
despertaba bañada en sudor”, explica.
En tan solo dos meses, Ana Maria bajó más de 40 kilos y los
síntomas parecían de anorexia. “Hasta acostarme en la cama era muy incómodo
porque podía sentir mis huesos”, dice medio avergonzada.
Después de muchas visitas al hospital, por fin, la familia
Rivera Alfonso tuvo un diagnóstico.
Extraña
enfermedad
La enfermedad de Crohn es un padecimiento autoinmune que
afecta el colon a tal punto que lo incapacita para poder absorber cualquier nutriente alimenticio. La
inflamación de este, ocasiona que el organismo deja de reconocerlo como parte
del sistema y empieza a atacarlo como a un virus.
Como consecuencia, se origina una mezcla de enfermedades y
síntomas” que pueden ser desde una fiebre hasta nieblas mentales (como si el
cerebro se “apagase” temporalmente, y la persona es incapaz de concentrarse).
Según la Fundación de Crohn y Colitis, aproximadamente 3.1
millones de adultos en los Estados Unidos recibieron un diagnóstico de Crohn en
el 2015, pero Canadá sería el país con mayor incidencia en el mundo.
Sorelis Alfonso, madre de Ana María ha dedicado horas de
estudio a la causa de la enfermedad. La espera de más de siete horas en el
hospital, y las jornadas de inyecciones no han logrado apagar su fe.
“Ana es persistente. Me pregunto: ¿Yo sería capaz de hacer lo mismo?, no lo sé” dice Sorelis
casi en un hilo de voz.
Por otro lado, Fernando Rivera, quien es el único con
ingresos económicos mira a su hija con lágrimas en los ojos y dice: “Cada vez que
me dice que tenemos que volver al
hospital mi corazón empieza a latir más fuerte”
“Estoy muy
agradecida con todo lo que tengo, puedo comer por la boca y no por un tubo, y
aunque con dolor aún puedo caminar y asistir a algunas clases”, nos cuenta.
Campaña
por internet
Con una mano en su familia y la otra en la fe, Ana María
sigue intentando con métodos holísticos alternativos, y una dieta saludable
basada en ensaladas orgánicas, té y sopas, para lograr su salud.
Pero, necesita recursos económicos. Va a probar un nuevo
método en un instituto de los Estados Unidos.
Por esto creó una campaña digital en el siguiente enlace: www.gofundme.com/2jsg999q
donde pide la colaboración económica y
las oraciones de quienes puedan y deseen contribuir.
“Cada vez que voy al hospital acabo en llanto, pero debo luchar. Y después de esta pesadilla ayudar a otros”, señala, mientras se mueve
impaciente en la silla de un lado a otro por el dolor, sin olvidar que no puede
comer sus anheladas empanadas ni caminar a su ritmo.
Hasta el momento ha
llegado a recaudar 2 mil 400 dólares, pero la meta es de 22 mil 250 dólares.
“A veces pensamos
que llevamos un estilo de vida saludable, lo único que puedo decirles es que se
cuiden mucho. Esto no se lo deseo a nadie”, dice Ana María.
Para ayudar a Ana pueden seguir el enlace mencionado, o
comunicarse con la familia Rivera al número de celular